Virgen del valle
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San Fernando del Valle de Catamarca es la tierra de la Virgen del Valle, patrona nacional del turismo y figura central de la fe católica de la provincia. La devoción de parte de los fieles por la Virgen del Valle es emocionante y un acontecimiento que sensibiliza a cualquiera. La Virgen del Valle fue hallada en la localidad de choya entre 1618-1620 por un sirviente indio de Manuel Salazar, quien fue Administrador Del Valle de Catamarca.
El lugar del hallazgo de la imagen bendita es una gruta, que cobija esa misteriosa imagen venerada por los nativos, antiguos y legítimos habitantes de estas tierras. Hasta la actualidad no se conoce su procedencia y solo se puede conjeturar sobre su origen, a partir de algunos datos históricos y del estudio artístico iconográfico de la imagen.
En más de 400 años de veneración, los fieles le asignan a Nuestra Señora del Valle la realización de numerosos sucesos milagrosos, como la curación de enfermedades terminales, cegueras, parálisis y más casos registrados.
La virgen de Nuestra Señora del Valle de Catamarca no sólo es Patrona Nacional del Turismo, sino también de toda la región del Noroeste argentino. Es venerada por miles y miles de creyentes que se maravillan ante sus milagros y apariciones.
Durante el año, miles de peregrinos llegan a la ciudad para honrar a la Virgen, la primera fiesta entre Abril y Mayo y la segunda en Diciembre. Actualmente la Virgen del Valle puede ser visitada en la Catedral Basílica que se encuentra en el centro de la ciudad, como también la gruta donde fue hallada la imagen.


Corona de la Virgen del Valle
Esta escultura es diseño de Pedro Omar Molas y obra del herrero Rolando "Cota" Maza,
Catedral Basílica de la Virgen del Valle
La Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, es uno de los principales atractivos de
La Gruta – Santuario de la Virgen
El Complejo Santuario Gruta de la Virgen del Valle se encuentra a 6km del centro
Museo de la Virgen del Valle
Es el único museo del país de carácter puramente religioso y que venera a la
La cadena del Milagro
La cadena de oro o del milagro, es una de las joyas más antiguas que se conocen en el tesoro de la Virgen del Valle. Posiblemente fue donada en el año 1680.
La historia del milagro se remonta a 1620, en Perú. Un caballero muy rico, cursaba una enfermedad que los médicos de la época no podían curar, y partió a la provincia en busca de un milagro.
Fue transportado por sus servidores y pidió ser llevado al Santuario de la imagen del virgen. Rogó por su salud, ya que los dolores eran insoportables, y en forma de agradecimiento dejó una cadena de oro con su pelícano de oro macizo de 18 quilates, teniendo en el pecho, lomo y alas, incrustadas nueve esmeraldas.
El hombre una vez curado, volvió sano y al pasar por Santiago del Estero se encontró con un conocido, quien quedó sorprendido por verlo libre de sus dolencias. El caballero cuenta lo sucedido y agrega que tuvo que dejarle en forma de pago una hermosa cadena de oro a la Virgen del Valle.
Al día siguiente, el hombre peruano, se despierta con dolores más intensos que antes. Sus criados, lo auxiliaron, y encontraron debajo de su almohada la cadena que había dejado días atrás. Fue una prueba que la Virgen le puso al hombre para probar su fe, y al mismo tiempo, dejando una enseñanza; que ella no vende sus mercedes.
El hombre peruano, lleno de arrepentimiento por lo que había dicho, regresó de inmediato al Valle de Catamarca, donde nuevamente puso nuevamente la joya a los pies de la Santísima; Ella por segunda vez, lo curó y la cadena quedó para siempre con la virgen morena. Actualmente, la cadena del milagro, se encuentra exhibida en el Museo de la Virgen del Valle.
El Jarro de la Virgen del Valle
Conocido como el “Jarro de la Virgen” existe en el Santuario de Catamarca un jarro de plata, sin asas y con algunas molduras en sus bordes.
Cuenta la historia del milagro que en los límites de Córdoba y La Rioja, vivía un campesino que enfermó de gravedad. Sentía que cada vez empeoraba y pidió a la Virgen del Valle que lo ayude con la promesa que la visitara en su Santuario.
Una vez terminada su oración, la fiebre que tenía desapareció y sintió un alivio inmediato, se sentía sano. Una vez recuperado, se dispuso a emprender viaje a Catamarca para cumplir su promesa.
Por otro lado, en la Iglesia Matriz de Catamarca, desapareció el Jarro de Plata de la Virgen del Valle. Investigaron, buscaron el jarro, pero nunca encontraron al culpable del robo. Días posteriores a la desaparición del objeto, se presentó el campesino frente al cura del lugar.
Luego de contarle el motivo de su visita, para cumplir con la promesa a la Virgen del Valle; contó que una vez que salió de su hogar, en las salinas no tenían agua para beber, tanto él ni su mula. Y pidiendo una vez más a la Virgen que no lo abandonara, encontró un jarro de plata del que bebieron él y el animal, sin que se agotase el contenido.
El jarro lo guardó en sus alforjas; se lo presentó al Cura y éste, reconoció la prenda que se perdió de la sacristía.
“El Jarro de la Virgen del Valle” es uno de los objetos más preciados y admirados de los milagros de la Santísima.